domingo, 19 de febrero de 2012

El Sueño


Un día soñé,
soñé que tenia alas,
alas de seda y terciopelo,
que me hacían llegar al cielo
con un ligero y grácil movimiento.

Con un tenue canto,
la brisa me silbaba,
me acariciaba el cabello,
y me hacía sentir parte del viento,
mientras contemplaba uno de los paisajes más bellos.

Poco a poco,
mientras ascendía,
las nubes intentaba coger,
eran tan resbaladizas que escapaban a mi poder,
y como no pude lancé un suspiro y empezó llover.

Cuando al fin,
me encontraba ante los astros,
contemplé, de los planetas su magnificencia,
del Sol, como ardía con violencia,
y de la bella Luna su ausencia.

Donde está?
Donde está la Luna?
me preguntaba sin sosiego,
mientras los planetas se movían olvidando el tiempo
y el Sol se escondía dejándome frío como el hielo.

De pronto desperté,
con un movimiento brusco,
pues la ocasión de abrazar la Luna había perdido,
y mi respiración entrecortada y mis débiles latidos
me hacían sentir que sin sueños todo en mí estaba vacío.

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